Blanco Perla

Es difícil gobernar a todas las células en mi cuerpo, cuando algo directamente interfiere con mi día a día. Quiero ser positiva, como prueba de embarazo no deseado, pero termino en una esquina con la insertidumbre. 

Más estoy segura que os a pasado a todos que ponen su mejor cara estando rodeados de gente, más no están llenos y fingen que todo está bien. Puesto que es más fácil mentir, que explicar el por qué.  A veces solo toca desnudarse de mente y acostarse en la arena y ver que las estrellas salen aún cuando todo está oscuro, por más que llueva en la noche, por más que las nubes no te dejen verlas. Ahí están ellas, porque ahí es que tienen que estar. La vida misma es igual. Hay cosas que nos toca hacer en lo más oscuro de nuestro momento. Aún cuando nadie las ve, ahí salimos y las hacemos. Sonreír, requiere más músculos de la cara que soltar las lágrimas que nos aguantamos por vergüenza. Se nos enseña que llorar es signo de debilidad. Mostrar nuestra vulnerabilidad, estar expuestas, saber que somos humanos y que sentimos... En un mundo tan incencible, eso es un pecado mortal... Pero olvidamos que somos luz. Que como las estrellas todas las noches salimos a brillar, para que todo el que se pierda, nos pueda encontrar.